Clase baja no ayuda en el correcto uso de los recursos naturales, “ahorro” atrae más pobreza.
Informa2 Costa Rica. San Ramón, Alajuela. Ensayo creado por Brandon Montero Fonseca 27/06/2013
A lo largo y ancho de nuestro país,
logramos observar cómo se hacen presentes y cada vez con más frecuencia distintas problemáticas de carácter ecológico.
Y los esfuerzos de reducir el índice de contaminación por parte de cierto porcentaje de la población costarricense son casi nulos. Y es
que en cuestiones de preservación del medio ambiente parece ser que solo la
clase media alta y alta, meten la cuchara, pues bien se han visto fuertes
campañas a favor de los recursos naturales impulsados por grandes empresas,
pero vemos que la clase baja no se involucra directamente como debería. En nuestro país la clase baja representa una gran mayoría, el mantenimiento de nuestros recursos
naturales es responsabilidad de todos y no solo de unos cuantos, pero la gran
parte de los ciudadanos se empeñan en generar más y más pobreza con sus
desechos residuales de todo tipo, tal es así que se pueden ver ríos o pequeñas
quebradas convertidos en grandes tanques sépticos, parece ser que no les
molesta en lo absoluto, todo con tal de satisfacer sus necesidades sin tener
que generar algún tipo de gasto más. Bien dicen por ahí que la pobreza no da a
la cochinada, pero algunos solo se hacen de la vista gorda en este caso algunos vecinos de Chacarita, Puntarenas,
díganse los que viven a las orillas del estero, estos “aprovechan” su cercanía
a este hábitat para hacer sus gracias casi directamente en estas aguas y como
siempre pagan justos por pecadores todos los vecinos están obligados a aguantar
los malos olores que otros producen con sus aguas mal tratadas. Actualmente,
casi un 30% de las aguas sucias de Puntarenas van a una planta de tratamiento.
Ubicada en El Roble de
Puntarenas, esta planta recibe los vertidos de esa comunidad, de Barranca y de
las vecindades del hospital Monseñor Sanabria, el Hotel Double Tree by Hlton y
del Centro de Rehabilitación.
Sus aguas sucias se tratan
con sistemas bacteriológicos que eliminan casi en un 100% de la contaminación
fecal y química, estas aguas viajan luego de la planta al estero, pero en
niveles de contaminación aceptables para depositarlas en el ambiente.
De este sistema carecen
Puntarenas centro, Chacarita, 20 de Noviembre y Fray Casiano, entre otros
barrios, que generan el gran parte de las aguas residuales.
Sus lixiviados viajan al
estero por un sistema de 14 alcantarillas que solo recoge desechos
sólidos a través de coladeros. Como podemos observar, estas son comunidades
puntarenenses casi marginales, casi
olvidadas por los gobiernos locales, haciendo más fácil que las personas puedan profanar dicho hábitat. La ubicación
del estero y los movimientos de las corrientes impiden que la contaminación del
estero llegue a la playa, la cual tiene en Puntarenas centro bandera azul.
Sin
embargo, la descarga de aguas sucias va directo al golfo de Nicoya, en el
sector de Punta Morales, donde no hay mediciones sobre los niveles de
coliformes fecales.

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